El 8 de agosto se conmemoró el Día del Orgasmo Femenino y es una buena oportunidad para reflexionar sobre el tema. Ojalá llegue el día en que todas las mujeres experimentemos el derecho de una vida plena y muy placentera.
¿Por qué se necesita un día para recordarlo? Porque el placer femenino todavía sigue siendo un tabú. El sistema social y político les ha quitado a las mujeres su derecho al gozo. No solo al sexual, sino a todo, porque comemos con culpa, decimos lo que pensamos con culpa y hasta descansamos con culpa.
Los famosos pensadores de la iglesia como Agustín de Hipona y Tomás de Aquino crearon posturas que explican que el alma se corrompe a través de las necesidades del cuerpo. En la época medieval, también se difundió la idea de que la mujer era la que cargaba el pecado en ella ―claro, un grupo de hombres educados que no podían mirar a una mujer desnuda y no tenían la capacidad de controlarse―.
Aunque el Medioevo parece lejano, las posturas relacionadas al género continúan en pleno 2024. Seguimos viviendo en la oscuridad de dicha época: ideas creadas en prejuicios machistas que perpetúan la idea de que el espíritu está desligado del cuerpo.
Muchas mujeres han vivido censuradas y literalmente castradas, prohibiéndoles conocerse o conocer su cuerpo. Hay abuelas que nunca han experimentado el gozo de un orgasmo, ¡es terrible! Se les ha inculcado la idea de que el placer es solo para los hombres; hay mujeres que están dispuestas a ceder su cuerpo para que otra persona goce de él, menos ellas.
Es indispensable que las mujeres conozcan su verdadera identidad para construir una autoestima sana que les permita adentrarse a ellas mismas para conocer sus gustos y límites para hacerlos respetar.
Betty Friedan, teórica feminista, considera que la experiencia del gozo es posible a través del autoconocimiento y “La transcendencia del yo, en el orgasmo sexual, como en la experiencia creativa, solo puede ser alcanzada por alguien que sea él mismo o ella misma, en su totalidad, por alguien que haya aceptado su propia identidad”. También, Tabi Jackson Gee y Freya Rose complementan la idea enunciando que “El orgasmo femenino existe. Y tu derecho a llegar al orgasmo es un derecho de la mujer. Un derecho humano. Hazlo tuyo”.
Carla Natareno: Licenciatura en Ciencias de la Comunicación con especialización en literatura y filosofía. Diplomado en redacción de género y en Cuerpos, erotismos y sexualidades.
Trabajó como periodista cultural y como editora en Siglo 21 y Prensa Libre, respectivamente. También se ha desempeñado en el área de relaciones públicas en Filgua (Feria Internacional del libro en Guatemala) y Muestra de Cine Internacional Memoria Verdad y Justicia, y como coordinadora de la biblioteca de Fundación Paiz, la cual era especializada en arte y literatura. También ha impartido cátedras de literatura y género en diferentes centros culturales.
Actualmente, colabora como correctora externa de la Unidad de Lingüística de la Universidad San Carlos de Guatemala, revisando tesis de licenciatura y maestría, también con Sophos liderando el club de lectura sobre temas de género e impartiendo cátedras de literatura y género en el Fondo de Cultura Económica.
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